En declaraciones a los periodistas, Bono ha realizado estas declaraciones momentos antes del inicio del acto institucional del Día de Castilla-La Mancha, que se celebra en el Palacio del Infantado de Guadalajara y en el que se entregarán las Medallas de Oro de la comunidad.
Ha recordado que él mismo, hace 29 años, firmó el decreto por el que se declaraba el 31 de mayo como Día de la Región y ha afirmado que, aunque este año "no son momentos de fiesta", siente "una especial emoción", porque sirve para reconocer "que esta tierra ha cambiado tanto en este tiempo".
La transformación de la región ha sido, según Bono, "espectacular", y ha recordado que hace 29 años había 118 pueblos sin luz en Castilla-La mancha, 80.000 casas sin cuarto de baño, ni un solo kilómetro de autovía ni una universidad regional. "Reflexionar sobre ello una vez al año me parece de justicia", ha incidido.
Solidaridad
También ha querido dar muestras de solidaridad con todos los castellano-manchegos y también con el Gobierno regional, porque ha dicho: "No soy ni me han de buscar para hablar mal de nadie".
Para Bono, las "peleas políticas pasaron y seis mayorías absolutas dan fe de que también uno supo batirse en el terreno de batalla", si bien ha subrayado que él ya no está en ese ámbito.
Bono ha explicado, en este sentido, que se siente "en un nivel" en el que su deseo pasa por ser querido y ha comentado que "gracias a dios", se siente muy querido en Castilla-La Mancha.
Además, y ante las protestas de un centenar de personas en las puertas del Palacio del Infantado en protesta por las medidas de ahorro adoptadas por el Gobierno regional, Bono ha opinado que "si hay que distribuir la carga entre todos, sería mejor que aporten más los que más tienen".
Ha señalado que esta es su "única reflexión" porque no le corresponde "ser portavoz ni del gobierno ni de la oposición", pero sí se ha querido mostrar solidario con los ciudadanos que están atravesando dificultades a causa de la crisis
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