(EFE).- Más de 500 agentes medioambientales de Castilla-La Mancha formarán parte del dispositivo de vigilancia y extinción de incendios durante la temporada de alto riesgo en Castilla-La Mancha, que comienza mañana 1 de junio
Así lo ha dado a conocer en un comunicado la Asociación de Agentes Medioambientales de la región, quién ha recomendado a los ciudadanos extremar las precauciones de cara a prevenir los incendios forestales y las situaciones de riesgos que puedan provocarlos.
Coincidiendo con el inicio de la temporada de alto riesgo de incendios forestales, que se abre mañana 1 de junio, los agentes medioambientales han asegurado que la previsión de altas temperaturas obligará a extremar las precauciones.
En este sentido, han recordado que la legislación vigente prohíbe a partir de mañana el uso del fuego en el medio natural, tanto las quemas de despojos agrícolas o forestales como la realización de barbacoas para cocinar.
Los agentes prestarán especial atención a la función de la Policía Medioambiental para prevenir y evitar las actividades de riesgo que pueden producir incendios forestales.
En este sentido, una de las primeras medidas que se llevará a cabo será el precinto de las barbacoas fijas existentes en las diversas áreas recreativas situadas en el medio natural para impedir su uso.
Además, los agentes medioambientales tienen encomendada la dirección técnica de extinción de los incendios forestales que se produzcan, coordinando los medios terrestres y aéreos que acuden para sofocar las llamas.
Así, nada más producirse el primer aviso de incendio se desplazan al lugar y establecen la estrategia para conseguir su extinción en el menor tiempo posible y con las debidas condiciones de seguridad para los actuantes.
Por otro lado, con el fin de esclarecer el origen de los incendios y, en su caso, poner a disposición judicial a sus responsables, los agentes medioambientales de Castilla-La Mancha tienen brigadas especiales de investigación dedicadas a este cometido.
Estas brigadas acuden de inmediato al producirse la primera alerta de un incendio, acordonan la zona de inicio para preservar las pruebas, inician un proceso de indagación para encontrar la causa del incendio y a sus responsables y en caso de identificar al presunto autor elaboran una atestado para la autoridad judicial.
Los agentes medioambientales recuerdan que la inmensa mayoría de los incendios son producidos por la actividad humana, ya sea por accidente, negligencia o de forma intencionada.
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