La Sección Segunda de la Audiencia Provincial acogió ayer el juicio contra un hombre que será condenado a ocho años y medio de prisión, a realizar trabajos en beneficio de la comunidad durante 210 días y a pagar una indemnización de 30.000 euros por agredir a su hijastra y abusar de ella, lesionar a su mujer y exhibirse y masturbarse ante su hija pequeña.
Por otra parte, el procesado no podrá aproximarse a la hija de su mujer, ni comunicar con ella en un plazo de 18 años, no pudiendo hacerlo con su mujer en un plazo de cinco años, ni con una de sus hijas en un plazo de dos años.
A pesar de que la fiscal solicitaba 19 años de prisión y la letrada de la acusación particular, Carmen Rey, pedía 21 años y medio de cárcel, el abogado de la defensa, Alejandro Cóndor, llegaba a un acuerdo con ambas partes, por el cual el acusado reconocía los hechos a cambio de una rebaja sustancial de la pena.
Los hechos
Según reconoció ayer el acusado, el 15 de septiembre de 2011 se encontraba en su domicilio, en el que convivía con su mujer P.P. y la hija de esta R.C.P., de 15 años, con la que inició una discusión, en la cual agarró a la menor del cuello, le propinó un puñetazo en la cabeza y la tiró al suelo, causándole varias lesiones. En agosto de 2011, estando en su domicilio con su mujer, inició una discusión con ella, durante la cuál la agarró de la garganta y le apretó, dejándole varias marcas, hechos que cometió ante sus hijas.
A mediados de septiembre de 2010, estando en la vivienda, el procesado agarró a la menor R.C.P. y en contra de su voluntad la condujo al baño, donde se desnudó y le introdujo el pene en su boca, hasta provocarle el vómito, diciéndole que si lo contaba la iba a violar, para después matarla con un cuchillo.
Desde el año 2009, en el que la niña cumplió 13 años de edad, hasta el mes de septiembre de 2011, el procesado en repetidas ocasiones, accedió a la habitación donde dormía la menor, se introducía en su cama y se acostaba junto a ella y contra sus deseos, le tocaba el pecho y la vagina, metiendo sus manos por debajo del pijama y en otras ocasiones colocaba el pene entre las piernas de la niña y se frotaba hasta eyacular. Además se ha masturbado en presencia de su hija de siete años y ha amenazado de muerte a su mujer si le denunciaba.
Para el abogado de la defensa, Alejandro Cóndor, se mostraba muy satisfecho con el acuerdo, asegurando que «el código penal no se distingue por la ejemplaridad, sino por la resocialización de estas personas. Mi cliente es todavía joven y entiendo que tiene derecho y está a tiempo de reconducir su vida».
La abogada de la defensa, Carmen Rey aseguraba que «Hemos llegado a este acuerdo no tanto porque la pena se ajuste a la gravedad del delito, sino por evitarle el juicio a las dos menores y a la madre».
No hay comentarios:
Publicar un comentario