(EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional de Toledo han desarticulado un grupo criminal dedicado a la introducción de sustancias estupefacientes en la ciudad de Toledo, que posteriormente era vendida en la capital y pueblos limítrofes.
Las investigaciones dieron comienzo en junio de 2012, después de recabarse una serie de indicios acerca de un ciudadano de origen colombiano que podría estar vendiendo grandes cantidades de cocaína y, además, de muy buena calidad, ha informado la Delegación del Gobierno en nota de prensa.
El principal investigado prestaba especial atención en todo momento a guardar medidas de seguridad que evitasen levantar las sospechas acerca de su participación, utilizando de forma frecuente a un familiar para que fuese este quien realizase las transacciones en la calle.
Este familiar (también de nacionalidad colombiana) era el encargado de suministrar materialmente la droga, lo que se hacía previa llamada del interesado al teléfono del cabecilla (que solo respondía a números ya almacenados en su agenda), no demorándose la puesta a disposición más allá de unos diez o quince minutos desde que se hacía el encargo.
Además, este grupo también se valía para el desarrollo de sus actividades de vehículos de diferentes marcas y colores, los cuales, pese a ser comprados por estos ciudadanos colombianos, eran puestos a nombre de un ciudadano español. Este colaborador de nacionalidad española que permitía que los coches fuesen registrados a su nombre (con el fin de darles una mayor cobertura legal) recibía a cambio droga para su propio consumo y, del mismo modo, cuando los vehículos ya habían sido usados durante un tiempo, los vendía para obtener una ganancia económica.
Gracias a las pesquisas de los investigadores, el cabecilla pudo ser identificado, procediéndose a su detención recientemente, siendo sorprendido en la calle arrojando por la ventanilla de un turismo una bolsa que contenía cocaína y encontrándose oculto en un inflador de neumáticos cuarenta y cinco bolsitas de idéntica sustancia, ya dispuestas para su venta.
Igualmente, fue practicado un registro domiciliario, incautándose gran cantidad de droga, entre ella, casi un kilos de cocaína y más de 36.000 euros en efectivo.
Con esta operación policial, que se ha saldado con tres detenidos, se desarticula por completo un punto negro de venta de droga y, según los datos recabados durante las investigaciones, el cabecilla se correspondería con una persona que desarrollaba una intensa actividad delictiva en este campo atendiendo a numerosos clientes de forma diaria.
Entre los efectos incautados figuran 936 gramos de cocaína, 77 bolsitas de las denominados "pollos" de cocaína, 893 gramos de sustancia de corte para adulterar la droga, 9 gramos de marihuana, 36.366 euros, un vehículo, cinco teléfonos móviles, una prensa manual, una balanza de precisión, un ordenador portátil, diferentes utensilios para la preparación de la droga y su disposición para la venta y 39 pastillas de viagra.
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