
Desde el Colectivo de Apoyo al Inmigrante han celebrado esta mañana una asamblea con algunos de los inmigrantes subsaharianos y marroquíes que ayer fueron desalojados de dos naves en la Carretera de las Peñas para pedir más alternativas al Ayuntamiento, también de cara a preveer que en las próximas semanas se espera la llegada de unos 400 temporeros a la ciudad.
Desde el Ayuntamiento han defendido que en el campamento para inmigrantes de La Dehesa quedan todavía 90 plazas libres y los desalojados son unos 70, por lo que capacidad tienen, aunque éstos todavía no han ido a realizar entrevistas.
El Colectivo de Apoyo al Inmigrante ha denunciado también que muchos no quieren ir al campamento porque allí es más complicado recopilar por ejemplo chatarra "para sacarse un poco de dinero con el que poder comer" o que "en el puente que llega desde el cementerio se pone con frecuencia un coche de Policía y sino tiene papeles acaban detenidos".
Con colchones en el descampado de enfrente de las naves desalojadas, los inmigrantes han pasado la noche al aire libre y hoy debatían sobre qué posibilidades tenían con un futuro si cabe todavía más incierto que el que tenían ayer por la mañana, cuando trataban de sobrevivir en naves sin ningún tipo de bienes básicos como la luz.
Mientras el Colectivo habla de "descoordinación" de las administraciones y el Ayuntamiento defiende que hace todo lo que puede y tiene recursos, lo cierto es que decenas de inmigrantes luchan por tener algo que llevarse a la boca y poder dormir aunque sea en un descampado. Nada que ver con el sueño por el que seguramente llegaron a nuestro país.
Desde el Ayuntamiento han defendido que en el campamento para inmigrantes de La Dehesa quedan todavía 90 plazas libres y los desalojados son unos 70, por lo que capacidad tienen, aunque éstos todavía no han ido a realizar entrevistas.
El Colectivo de Apoyo al Inmigrante ha denunciado también que muchos no quieren ir al campamento porque allí es más complicado recopilar por ejemplo chatarra "para sacarse un poco de dinero con el que poder comer" o que "en el puente que llega desde el cementerio se pone con frecuencia un coche de Policía y sino tiene papeles acaban detenidos".
Con colchones en el descampado de enfrente de las naves desalojadas, los inmigrantes han pasado la noche al aire libre y hoy debatían sobre qué posibilidades tenían con un futuro si cabe todavía más incierto que el que tenían ayer por la mañana, cuando trataban de sobrevivir en naves sin ningún tipo de bienes básicos como la luz.
Mientras el Colectivo habla de "descoordinación" de las administraciones y el Ayuntamiento defiende que hace todo lo que puede y tiene recursos, lo cierto es que decenas de inmigrantes luchan por tener algo que llevarse a la boca y poder dormir aunque sea en un descampado. Nada que ver con el sueño por el que seguramente llegaron a nuestro país.
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