Unas 1.000 personas se congregaron ayer en la Catedral de Albacete para despedir a Ireneo García Alonso, Obispo Emérito de Albacete, en una ceremonia religiosa que conmemoró toda una vida dedicada a propagar la fe cristiana.
Respetando la tradición, los restos mortales del segundo obispo de Albacete fueron depositados en la Santa Iglesia Catedral, en la cripta de la Capilla de Nuestra Señora la Virgen de los Llanos, patrona de la ciudad y de la Diócesis.
A la ceremonia acudieron los máximos representantes de las autoridades de la ciudad de Albacete: la alcaldesa, Carmen Bayod, el concejal de mayores, Ricardo Lorente, la concejal responsable de Asuntos Sociales, Eva Navarro, el subdelegado del Gobierno en la provincia, Federico Pozuelo, El delegado de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en Albacete, Javier Cuenca, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la región, Vicente Rouco.
La misa exequial fue ofrecida por el obispo de Albacete, Ciriaco Benavente Mateos. La despedida comenzó a las 18.00 horas con una serie de oraciones y plegarias, que fueron seguidas por la lectura de los evangelios. El representante de la diócesis de Albacete destacó la “profunda tristeza” que sentía todo el clero por la pérdida de Ireneo García Alonso, ofreciendo todo su apoyo y cariño a los familiares y religiosos allí congregados. “El segundo obispo llegó a Albacete con un tremendo bagaje cultural, tras pasar por las Universidades de Salamanca y Roma, y su primera tarea al llegar a la ciudad fue velar por el bienestar de los pobres, enfermos y niños”, declaraba Ciriaco Benavente Mateos. “Fue un ejemplo para todos, lleno de alegría, sencillez, sabiduría y experiencia, y trabajó incansablemente en momentos cruciales”. El obispo de Albacete también quiso hacer mención a algunos telegramas que fueron recibidos por la Diócesis para dar el pésame y para expresar muestras de afecto hacia la figura y el entorno de Ireneo García, entre ellos la Conferencia Episcopal Española y la presidenta de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, que no pudo asistir a la ceremonia por problemas de agenda.
Tras la comunión, el último gesto de veneración para conmemorar la vida del religioso consistió en seguir la tradición antiquísima de dar sepultura al Obispo Emérito de Albacete en la Cripta de la Virgen de los Llanos.
Ireneo García Alonso nació el 25 de marzo de 1923 en Quintanilla Vivar (Burgos) y realizó sus estudios eclesiásticos en el seminario de su ciudad entre 1934 y 1940 y en Toledo, entre 1941 y 1942.
Fue preconizado Obispo de Albacete el 7 de diciembre de 1968, pero tuvo que aceptar su renuncia por enfermedad el 4 de agosto de 1980. Desde entonces, ha continuado su labor en la Diócesis de Albacete desde su residencia en Toledo. Después de una larga enfermedad entregó su vida el lunes 4 de junio a los 89 años de edad. El velatorio tuvo lugar en la en la Residencia de las Hermanitas de los ancianos desamparados de la ciudad de Toledo.
El obispo de Albacete, Ciriaco Benavente Mateos, finalizó la ceremonia recordando a todos los ciudadanos que el próximo jueves 14 de junio se celebrará una misa en honor de Ireano García Alonso a las 20.00 horas en la Catedral de Albacete.
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