El número dos de la presidenta sube al tercer escalón de mando y ocupa un puesto estratégico
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FOTO: REBECA ARANGO
Un Corpus les juntó en Toledo y las circunstancias de la política hicieron el resto. El tándem Rajoy-Cospedal tiene su réplica en Castilla-La Mancha con la pareja política que forman María Dolores de Cospedal y Vicente Tirado, el hombre fuerte del partido en la región, que mantiene vivo el pulso de la organización ahora que son gobierno y que se parte la cara por su jefa sin reparar en las consecuencias.
En el Congreso que ha significado su encumbramiento como dirigente del PP, Cospedal no se ha olvidado de su hombre más leal y ha ascendido a Tirado para ocupar uno de los puestos claves del nuevo Comité Ejecutivo, la Secretaría de Política Electoral.
En la práctica significa ser uno de los seis elegidos para el tercer escalón de mando, lo que no es cualqiuer cosa si tenemos en cuenta que el primero es para Mariano Rajoy y Cospedal; y el segundo, el reservado Javier Arenas, Esteban Gonzalez Pons y Carlos Floriano.
Como secretario del partido, Tirado dispondrá de despacho propio en la sede nacional del PP (Génova, 13), además de recursos económicos y humanos para desarrollar su tarea, que tiene que ver con la estrategia electoral y las listas que se hagan a partir de este Congreso, áreas claves para el futuro que Cospedal tiene pensado para sí misma a corto, medio y largo plazo.
Hombre pasional y de lágrima fácil, resulta sencillo imaginar las sensaciones que debieron apoderarse de Tirado cuando la secretaria general le confirmase en la tarde del sábado que lo suyo iba para adelante.
El secretario general del PP y presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha se ha ganado asiento de barrera en la dirección nacional del PP y se prepara para salir por la puerta grande, junto a Cospedal, del Congreso Regional que en apenas un par de meses ambos tienen que celebrar para reelegir al Comité Ejecutivo del partido en la comunidad autónoma.
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