"Nada de nada de lo que se ha dicho es cierto ni se le parece", ha declarado este martes el acusado de matar a Mari Cielo Cañavate, la mujer que desapareció hace cuatro años en la localidad albaceteña de Hellín.
En el juicio oral, que ha celebrado este martes su segunda sesión en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Albacete con el interrogatorio del acusado, F.R.G., éste ha indicado que el día de la desaparición de la mujer no la vio, por lo que no pudo matarla.
Ha explicado que acudió a la casa de Mari Cielo el día que desapareció, pero ella no estaba allí. Después de tocar a la puerta y que nadie le abriera, él se marchó, ha reconocido el acusado.
Además, ha señalado, sobre la posibilidad de encontrarse en el entorno del domicilio de la desaparecida ese mismo día con alguien en su coche, que él iba en su vehículo con un hombre de nacionalidad rumana que recogió para llevar a Albacete.
F.R.G. ha manifestado que desde Hellín se dirigió a Pozohondo, pasó por su casa a cambiarse de ropa y de coche y después se fue para Albacete.
Ha declarado que dejó al joven rumano en la rotonda de entrada de Pozohondo y le dijo que si nadie lo recogía lo haría él después de pasar por su casa, pero cuando volvió ya no estaba.
EN LA CAPITAL
Sobre su estancia en la capital albaceteña, ha reseñado que fue al colegio de su hija y a una ferretería en el polígono Campollano, después volvió a su taller, ubicado en Pozohondo, por donde el padre y una de las hermanas de la desaparecida pasaron para preguntarle dónde estaba Mari Cielo.
F.R.G. ha detallado que el padre le preguntó si había "raptado a su hija" y ha añadido que "le dije que había ido a verla, que no estaba y me había venido".
Ha significado que él le preguntó a la hermana de Mari Cielo si había sido ella quien la había raptado, pues la desaparecida le había dicho que su hermana, en alguna ocasión, la había tenido retenida.
F.R.G. ha reconocido que estaba "enamorado de ella --Mari Cielo--" y que lo que quería era "que se curara --del cáncer que le había dicho que padecía-- para irnos a vivir juntos".
LE HABÍA ESTADO ENGAÑANDO
El acusado ha declarado también que daba dinero a Mari Cielo "para una inyección para el cáncer que tenía" y que fue una amiga de la mujer desaparecida la que le dijo que le había estado engañando, que "no tenía cáncer como me había hecho creer".
El juicio continúa este miércoles con la declaración de varios agentes de la Policía y se alargará hasta el 22 de noviembre con la testificación de varios testigos.
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