La verdad de Albacete
Gracias al apoyo de los Donantes de Sangre, la Facultad de Medicina ha dejado de depender de otros campus para poder practicar.
La Hermandad de Donantes de Sangre de Albacete puede presumir una vez más, y van 41 años, de estar entre las tres primeras del país. Pasan las décadas y lo que hoy parece habitual, que la sangre no falte en los quirófanos, es fruto del gesto altruista de los 58.600 asociados con los que cuenta la hermandad en la provincia de Albacete.
Y es que gracias a ellos, protagonistas de 19.487 extracciones de sangre solo en 2011, llegaron 12.000 unidades de sangre al Complejo Hospitalario de Albacete, 7.500 a Cuenca y 1.300 a Ciudad Real, Toledo, Alicante y Madrid. Además, 22.500 unidades se transformaron en diversos hemoderivados para el tratamiento de todo tipo de enfermedades.
La hermandad, toda una institución en Albacete, se ha convertido en uno de los puntos de referencia del Hospital General Universitario. Su puerta, a la entrada del centro sanitario, siempre está abierta para quien esté interesado en hacerse donante, ya sea de sangre, órganos, tejidos o de cuerpo.
Precisamente, ayer, en el tradicional balance anual de la hermandad, el profesor Emilio Artacho, de la Facultad de Medicina de Albacete, agradecía que 400 personas hayan formalizado su interés por donar su cuerpo a la ciencia, al tiempo que explicaba que el año pasado se recibieron ocho cuerpos y éste ya han llegado dos. Si los primeros tiempos de la facultad fueron difíciles en este sentido, en cuanto Medicina contó con la colaboración de la hermandad, este obstáculo se saltó.
De hecho, la propia presidenta, Mari Carmen de Huéscar, ha expresado públicamente en numerosas ocasiones que, una vez que muera, su cuerpo acabará en una facultad, para que aprendan las futuras generaciones de médicos, y no en un cementerio.
En estos momentos, la facultad albaceteña no solo no depende de los cuerpos de otras, como ocurrió en el pasado, sino que dona a campus como el de Ciudad Real. Eso sí, el profesor titular de Anatomía insistió en que la donación de cerebros aún necesita un empujón, ya que es vital para muchas de las líneas de investigación.
Arropados
La hermandad estuvo arropada en su balance por su director general, Pascual Segovia; por el coordinador de Trasplantes, José Luis Cortés; el director del Centro de Transfusiones, Antonio Rubio; el director del Área Quirúrgica del Complejo Hospitalario, Ramón Luján y numerosos voluntarios y colaboradores. Mari Carmen de Huéscar aprovechó, como hace todos los años, para dar las gracias a los miles de albaceteños que hacen posible que algo tan importante como la sangre no falte nunca en un quirófano. En la misma línea, el doctor Cortés insistió en el valor de un gesto solidario, gratuito y de calidad. En relación con las últimas denuncias de la Organización Nacional de Trasplantes, el doctor Cortés volvió a aclarar que el español es un sistema «potente» basado en la no contraprestación, donde el mercantilismo no tiene cabida.
Por su parte, Pascual Segovia, como todos los años y a preguntas de los periodistas, confirmó que Albacete sigue a la cabeza del país en índice de donaciones. No obstante, fue el director del Aérea Quirúrgica del Complejo Hospitalario, el doctor Ramón Luján, quien señaló que la donación de sangre no debe perder valor con la rutina. Es gratuita y está asegurada desde hace 41 años gracias a la hermandad, pero no por ello los cirujanos dejan de valorar a diario que trabajan sin un problema que en el pasado fue muy común, la falta de sangre.
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