El presidente de la Audiencia Provincial de Albacete, Eduardo Salinas, reconoce que solo gracias al «extraordinario» trabajo de sus compañeros es posible tener una de las audiencias provinciales con más índice de resoluciones dictadas y ser, a la vez, la tercera en mayor carga de trabajo. Se muestra concienciado de que no es el momento de pedir más medios y sí de «arrimar el hombro», pero indica que también se puede dar una mejor organización de los recursos, lamentando el mal funcionamiento de la Oficina Judicial. Señala que la crisis se está dejando notar en las causas que tienen que ver en la Audiencia y que en los pleitos matrimoniales cada vez se enfrentan a situaciones más difíciles donde ven ingresos de los padres muy pequeños y resulta complicado establecer las pensiones sin dejar a nadie sin «comer».
-¿Qué balance hace de sus años al frente de la Audiencia Provincial de Albacete?
-Solo puede ser de satisfacción, porque es un destino que me agrada. Y el mayor de los destinos en el que se sigue juzgando. En otros destinos ya son de labor más gubernativa. El presidente de una Audiencia preside un tribunal que juzga a la gente y, además, en aquello que más importa, ya que juzgamos por un lado los pleitos civiles; las relaciones entre particulares, es decir, la paz social. Y el penal que es conseguir la seguridad de los ciudadanos. Somos el garante de la seguridad y paz de los ciudadanos, no siempre con éxito, también es verdad, unas veces por culpa mía y otras veces por culpa del sistema. Pero de todas formas estoy muy orgulloso porque esta Audiencia tiene fama de ser de las buenas y tengo unos compañeros magníficos.
-¿Qué datos respaldan esa fama de buena para esta Audiencia?
-Somos una de las audiencias que vamos más al día en los trámites y con uno de los mayores índices de resoluciones en función del número de magistrados. Y esto pese a que, según un estudio realizado hace un año por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) la Audiencia Provincial de Albacete es la tercera de las de España en carga y trabajo por magistrado. Cuenca, por ejemplo, es la novena en carga de trabajo y magistrado y Ciudad Real es la décima.
-Cada año, en la Memoria Judicial se viene hablando de la falta de recursos materiales y humanos en la Justicia, también en esta Región, ¿qué cree que haría falta de forma ineludible en la Audiencia Provincial de Albacete?
-Es cierto que las inversiones están paralizadas y lo que dice el CGPJ es que en la Audiencia Provincial de Albacete deberíamos tener, de forma prioritaria, y como mínimo, dos magistrados más. Pero yo no estoy dispuesto a pedir, y menos en esta época de crisis económica. Creo que es el momento de arrimar todos el hombro y seguir para adelante. No es creíble que ahora nos vayan a dar dos plazas más de magistrado. Es evidente que nos vendrían muy bien y que es una vergüenza que tengamos que estar dictando tantas sentencias porque podemos equivocarnos, pero no es el momento de empezar a pedir. Más dinero y más medios no pediría por la situación, pero quizás sí una mejor organización de los medios.
-¿Cuál fue la carga de trabajo en 2011 en esta Audiencia? ¿Y el índice de resolución?
-En 2011 ingresaron 1.925 asuntos, algo menos que en 2010, cuando se registraron 2.026. Y somos seis magistrados, por lo que la carga de trabajo es importante, aunque es imprescindible señalar que se consigue mantener en cifras parecidas el número de asuntos que ingresan y el de los resueltos, gracias al trabajo excepcional de mis compañeros que hacen su labor con extraordinaria eficacia. Con el esfuerzo de mis compañeros, la Audiencia está al día, resolviendo en tiempo los asuntos que ingresan, aunque esta situación no se puede prolongar indefinidamente.
Oficina Judicial
- Pedía una mejor organización de los medios, ¿cómo podría darse y a qué se refiere?
-Pues no hablo solo de la Audiencia, en general, en toda España, por ejemplo, la Oficina Judicial está siendo un desastre absoluto. Antes, cuando yo ingresé en la carrera judicial, los jueces mandábamos en la oficina del juzgado, ahora estamos completamente separados y depende de las gerencias del Ministerio y de las autonomías. Han hecho unas leyes maravillosas pero que no están funcionando. Y eso que en Albacete no estamos mal porque han puesto pocas cosas en marcha, pero en Ciudad Real y Cuenca está en marcha y el desastre es absoluto.
-¿Cuál sería la solución?
-Cómo se puede solucionar no lo sé, pero sé que no funciona y pido que funcione. Si nos lo encargan a nosotros procuraremos hacerlo bien, pero hay que solucionarlo.
-¿Cree que la Justicia está bien informatizada, en niveles propios del siglo XXI?
-En la Audiencia Provincial los programas que tenemos funcionan bastante bien. Pero también es verdad que la Audiencia funciona bien a pesar de las carencias de modernización que tenemos gracias al trabajo de los compañeros. La Justicia en nuestro país, en general, tiene la suerte de contar con buenos trabajadores que suplen las carencias de medios. Sí es cierto que, por ejemplo, a veces se dan problemas con temas relacionados con aspectos como las videoconferencias, con testigos que a lo mejor declaran desde otras comunidades, y que pueden acarrear retrasos en la celebración de los juicios.
La influencia de la crisis
-¿En qué se traduce la situación de crisis generalizada que padecemos en los últimos años en los casos que ingresan en la Audiencia Provincial?
-Evidentemente hay más pleitos. Estamos detectando, por ejemplo, un aumento en el número de pleitos civiles. Esto no tiene por qué traducirse necesariamente en mucho más trabajo para nosotros, porque lo que produce la crisis son pleitos bastante repetitivos, más pleitos sobre todo en los juzgados, ya que nosotros vemos la segunda instancia. Además, y por la crisis, en los pleitos matrimoniales cada vez te encuentras más con situaciones en las que es muy difícil establecer pensiones que sirvan para mantener a todos, con situaciones muy incómodas en las que es muy difícil repartir. Cuando alguien tiene 400 euros y tres hijos te planteas qué hago, porque tampoco puedes dejar a ninguno sin comer. Y este tipo de cosas se están viendo por la crisis.
-También por la crisis, ¿tienen que ver en la Audiencia menos asuntos por accidentes graves de siniestralidad laboral?
-Sigue habiendo casos, aunque nosotros vemos los delitos en esta materia, no cualquier infracción es delito. Pero sí tengo la impresión de que si ha bajado la actividad económica y laboral será menos probable que haya siniestralidad laboral. También por una cosa, si hay menos actividad tienen menos a repartir los organismos de control. Además, el empresario que ha sobrevivido es el bueno y el trabajador igual y es más difícil que así haya accidentes de trabajo graves. Nosotros vemos que hay menos accidentes laborales graves que lleguen a esta sección.
Transferencias
-Se viene hablando desde hace años de las transferencias de Justicia a la comunidad autónoma, ahora complicada por la falta de recursos económicos, ¿qué cree que sería lo mejor?
-La verdad es que yo me conformo con que las cosas funcionen, pero esa no es mi decisión. Como juez tengo que aplicar las leyes y conseguir la paz social.
-Encuestas de organismos sociológicos indican que los ciudadanos cada vez confían menos en la clase política, ¿cree que siguen confiando en la Justicia?
-Espero que sí. Nosotros hacemos todo lo posible por ellos, pero que confíen o no ya depende de los ciudadanos y también un poco de lo que digan los medios de comunicación. Pero claro, también cuando hablamos de Justicia estamos hablando de muchas cosas juntas, porque hay casos de actualidad -de los que yo como juez no debo hablar- en los que debemos tener en cuenta que hablamos de las leyes, los jueces, la Policía todo junto, y al final te preguntas si el resultado es malo o si podía ser mejor.
-¿Existen los medios adecuados para una coordinación efectiva entre los jueces y los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado?
-Sí, sin duda. Además, en Albacete la Policía tiene un porcentaje de éxito muy elevado. Esto se demuestra por ejemplo en hechos curiosos como que, en el tráfico de drogas, los delincuentes, la droga salen a comprarla fuera, porque aquí conocen la gran eficacia policial.
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