(EFE).- Agentes de la Guardia Civil del Puesto de Navalcarnero (Madrid) han detenido a un joven español acusado de haber cometido 150 estafas a través de páginas de compraventa en internet utilizando seis identidades distintas, entre ellas la venta de un apartamento en la playa sin que lo supiera su propietario.
La detención de D.C.D en la llamada operación "Gailor" se produjo recientemente tras ser sorprendido en un vehículo de alta gama cuando se dirigía a una sucursal bancaria a retirar el ingreso de su última venta, llegando a identificarse con un documento de identidad que no era el suyo.
En la documentación bancaria intervenida se descubrió que se disponía a retirar un elevado importe monetario, proveniente de las últimas transferencias de sus víctimas.
La investigación por estos hechos se inició el pasado octubre, a raíz de una denuncia de un establecimiento hotelero de Navalcarnero que ponía en conocimiento de la Guardia Civil que un cliente se había marchado del hotel sin pagar y había ocasionado numerosos daños en la habitación, donde había celebrado una fiesta.
Tras comprobar la veracidad de los hechos y que la persona que había realizado la estafa había hecho uso de una identidad falsa, las pesquisas pasaban al Área de Investigación del Puesto de Navalcarnero.
A partir de ese momento, los agentes realizaron un rastreo en las bases de datos de la Guardia Civil que dio resultado positivo al localizar otros dos hechos similares ocurridos en Ocaña (Toledo) y en la población de Santa Eulalia, en Islas Baleares.
Gracias a las identidades descubiertas, los agentes encargados de la investigación lograron localizar, a través de Internet, una gran cantidad de efectos de última generación, tales como smartphones, tabletas o videoconsolas, que estaban puestos a la venta a través de numerosas páginas y portales, utilizados habitualmente para la compraventa de efectos.
Pero el asombro de los investigadores no dejaba de crecer, ya que llegaron a detectar la venta de un apartamento en primera línea de playa con una de esas identidades falsas y constataron que la documentación había sido sustraída a su propietario, ignorando el verdadero titular lo que se estaba haciendo en su nombre.
El método de actuación del ahora detenido era siempre el mismo: primero se ganaba la confianza de sus futuras víctimas, para lo que no escatimaba en facilitar datos personales, provenientes todos ellos del robo o hurto de la documentación empleada.
El siguiente paso consistía en concretar un giro postal o ingreso en una cuenta bancaria que había abierto con la identidad utilizada, para dar más credibilidad, comprometiéndose a remitir el artículo una vez confirmado el ingreso.
Hasta el momento han sido descubiertos un total de 150 delitos y faltas, supuestamente cometidos en todo el territorio nacional por el detenido, que ya ha sido puesto a disposición de la Autoridad Judicial.
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