(EFE).- El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha admitido hoy la sorpresa que le ha causado el anuncio de la renuncia de Benedicto XVI, pero ha opinado que se ha tratado de un "acto responsabilidad" que no acarrea una situación "absolutamente catastrófica ni muchísimo menos".
Rodríguez ha ofrecido una rueda de prensa tras conocer la renuncia de Benedicto XVI al Pontificado, un anuncio que implica una "novedad" en varios siglos, pero que no va a provocar "un cambio sustancial" en el funcionamiento de la Iglesia.
El arzobispo de Toledo ha recordado la experiencia del Papa anterior, Juan Pablo II, quien no quiso renunciar pese a su avanzada edad y a los problemas de salud, una decisión "aceptable y por supuesto correcta", como lo es -ha dicho- la de Benedicto XVI.
Ha recordado que es una decisión personal y a su juicio "responsable" y ha pedido a los católicos que agradezcan el trabajo realizado desde que fue nombrado en abril de 2005.
También ha pedido a los fieles que oren por que quienes deben elegir sucesor "lo hagan bien" y, a preguntas de los periodistas, ha indicado que su antecesor en Toledo, el cardenal Antonio Cañizares, es elector seguro y puede resultar elegido.
Ha indicado que Cañizares "es relativamente joven" y "tiene buena preparación" y ha añadido que él lo quiere mucho, aunque tal vez el Pontificado sea "una carga muy grande"
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