(EUROPA PRESS) -
N.M.G., antes de acudir en búsqueda de la víctima, se hizo con un palo de madera de 108 centímetros de longitud y 13 centímetros de diámetro. Tras llegar a las inmediaciones del bar, N.M.G. instó a la víctima, que se encontraba en el interior, a que saliera a la calle.
Una vez fuera del bar, N.M.G. se hizo con el palo que guardaba en el maletero y sin mediar palabra comenzó a lanzar numerosos golpes contra O.M.D., que impactaron en distintas zonas del cuerpo de la víctima, incluso franjas con órganos vitales, propinados con ímpetu y contundencia, llegando a tronchar el palo.
Como consecuencia de los golpes en la cabeza, se provocó a la víctima una infiltración hemática de ambos músculos temporales y línea de fractura horizontal en el hueso temporal izquierdo. Además, en el costado se propinó un golpe que causó un fuerte traumatismo abdominal, con un hematoma de 20 centímetros, que supuso la rotura del bazo y una infiltración hemática en la pared abdominal.
Todas las lesiones descritas fueron según la sentencia causas determinantes del fallecimiento como consecuencia de un shock hipovolémico.
La Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a 13 años de prisión a N.M.G. y a diez años a G.C, los dos acusados de acabar con la vida de otro O.M.D. a palos a las puertas del bar Tiffanis en la localidad de Mocejón. Además, se condena a los acusados a indemnizar solidariamente a los herederos de O.M.D. con 100.000 euros.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Audiencia considera probado que sobre las 22.45 horas del 28 de julio de 2011 los dos acusados llegaron a la localidad de Mocejón con el propósito de encontrar a la víctima, quien presuntamente había sustraído una caja de caudales en la que guardaba una suma de dinero significativa y una pistola.N.M.G., antes de acudir en búsqueda de la víctima, se hizo con un palo de madera de 108 centímetros de longitud y 13 centímetros de diámetro. Tras llegar a las inmediaciones del bar, N.M.G. instó a la víctima, que se encontraba en el interior, a que saliera a la calle.
Una vez fuera del bar, N.M.G. se hizo con el palo que guardaba en el maletero y sin mediar palabra comenzó a lanzar numerosos golpes contra O.M.D., que impactaron en distintas zonas del cuerpo de la víctima, incluso franjas con órganos vitales, propinados con ímpetu y contundencia, llegando a tronchar el palo.
Como consecuencia de los golpes en la cabeza, se provocó a la víctima una infiltración hemática de ambos músculos temporales y línea de fractura horizontal en el hueso temporal izquierdo. Además, en el costado se propinó un golpe que causó un fuerte traumatismo abdominal, con un hematoma de 20 centímetros, que supuso la rotura del bazo y una infiltración hemática en la pared abdominal.
Todas las lesiones descritas fueron según la sentencia causas determinantes del fallecimiento como consecuencia de un shock hipovolémico.
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