Desde el momento en el que apareció en el balcón central del antiguo Ayuntamiento, en pleno corazón de la ciudad, la figura menuda de Fernando Lamata recibió una entrañable acogida. Quien tantas veces ha visitado esta capital en su calidad de responsable regional de las cuestiones sanitarias, ayer lo hizo en una novedosa, y honorable para él, condición: la de pregonero de la Feria 2012.
Como no podía ser de otra manera, habló de sus raíces albaceteñas y se emocionó al recordar a su padre, el exalcalde Pedro Lamata, «que me transmitió sus raíces manchegas», pero centró sus palabras en lo que a él le es más cercano, la salud y las personas. Por eso, su primer mensaje fue positivo: «Hoy receto, sin miedo a hacer daño, que la Feria de Albacete es el mejor remedio para el mal de estos días, el ‘sálvese quien pueda’», un remedio eficaz porque «es la Feria de la amistad y la alegría; una Feria que nos hermana a todos, donde el reloj no quiere medir las horas y sólo mide las risas y los besos» desde la mañana a bien entrada la madrugada.
Echó mano del «bueno de Sancho Panza» al lanzar un mensaje de optimismo y para animar a que, uniendo fuerzas y voluntad, y empujando en la misma dirección, «saldremos nosotros», como, en épocas anteriores «salieron ellos».
No hay comentarios:
Publicar un comentario