(EUROPA PRESS)
El centro coordinador 1-1-2 de Castilla-La Mancha ha colaborado, durante 2012, en un total de 11 simulacros de emergencias y ejercicios de comunicaciones con diversas industrias, empresas y organismos públicos, además de estar al tanto de otras simulaciones que se han llevado a cabo en otras instalaciones como centros educativos o industrias.
La necesidad de entrenar y evaluar los mecanismos de detección y respuesta ante situaciones de emergencia es el objetivo de los simulacros que, de manera periódica, se llevan a cabo en determinadas industrias, centros y entidades de la región y en los que participa de manera activa el servicio de Protección Civil y el Servicio de Atención de Urgencias (SAU) 1-1-2 de Castilla-La Mancha, ha informado la Junta en nota de prensa.
Estos simulacros de emergencias son actuaciones imprescindibles para mantener operativo el sistema de atención de urgencias, afianzando la coordinación de todos los recursos necesarios para garantizar la correcta asistencia, ante cualquier tipo de accidente que pueda plantearse.
Dentro de estos simulacros adquiere una especial relevancia el Servicio de Atención de Urgencias 1-1-2 de Castilla-La Mancha tanto en su función de teléfono de referencia de los planes de emergencia, como en su labor de centro de coordinación entre los diferentes cuerpos de intervención y su integración con el sistema de Protección Civil.
Las simulaciones que se llevan a cabo, y en las que participa de manera activa el servicio de Protección Civil de la Junta de Castilla-La Mancha y el SAU 1-1-2, pueden ser de diferentes tipos. Entre ellos destacan los ejercicios de comunicaciones, es decir, aquellos en los que se practica la alerta y respuesta ante un supuesto accidente, sin movilizar ningún tipo de efectivo externo.
Su objetivo es verificar la correcta coordinación de las comunicaciones de estos centros o empresas, así como los protocolos de activación ante cualquier emergencia.
Sin embargo, los más conocidos son los simulacros de emergencia, aquellos en los que se activa de manera real a los efectivos de respuesta (bomberos, cuerpos de seguridad, personal sanitario), representándose una actuación real ante una hipótesis de urgencia. Son los menos comunes y su interés estriba en la coordinación efectiva de los recursos durante su intervención.
Estas simulaciones son evaluadas desde los servicios de Protección Ciudadana, pertenecientes a la Consejería de Presidencia y Administraciones Públicas con el fin de examinar detalladamente el desarrollo de las actuaciones que se han llevado a cabo y mejorar, de esta manera, las intervenciones de los distintos recursos.
PRINCIPALES SIMULACROS
Así, de entre los simulacros que se han desarrollado durante el presente año, el último de ellos tuvo lugar este mes de diciembre en la planta de Gas Licuado CEPSA, situada en la localidad toledana de Cebolla. Allí, efectivos de Bomberos, Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía, voluntarios de agrupaciones de Protección Civil, Sescam y la Unidad Militar de Emergencia (UME), entre otros, realizaron ejercicios reales ante dos supuestos accidentes que tenían como escenario principal la factoría de CEPSA.
Otro de los simulacros más destacados que se han llevado a cabo durante 2012 en Castilla-La Mancha tuvo lugar en el mes de marzo, en la provincia de Guadalajara, organizado por la Unidad Militar de Emergencias (UME) y que contó con la colaboración de la Junta de Castilla-La Mancha.
En este simulacro, y bajo la hipótesis de un gran terremoto que habría afectado a la provincia alcarreña, se activó el Plan Sísmico Estatal con el fin de ejercitar la intervención de la UME en este tipo de catástrofes naturales, sirviendo además para comprobar los procedimientos de colaboración y coordinación multisectorial entre el Ejército y los medios y efectivos civiles.
Igualmente, Puertollano fue escenario recientemente de otro ejercicio de comunicaciones en el que, además, se activaron las sirenas de aviso a la población que existen en el municipio ciudadrealeño, acreditando así el buen funcionamiento de los mecanismos de alerta ante una posible eventualidad.
Además de estos simulacros de emergencia, con activación real o de comunicaciones, se realizan durante todo el año multitud de simulaciones en centros de trabajo con el fin de que los usuarios de estas instalaciones conozcan el mecanismo de actuación ante una eventual emergencia.
En estos casos, desde el SAU 1-1-2 se recuerda que es conveniente avisar al centro coordinador de emergencias con el fin de evitar las alarmas entre la población y la activación de efectivos de manera innecesaria.
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