(EFE).- La cosecha de girasol de este año, ya avanzada en Andalucía y a punto de comenzar en Castilla y León y Castilla La Mancha, se verá muy mermada a causa de la sequía, de acuerdo con fuentes del sector consultadas por Efeagro, que en algún caso llegan a cifrar la reducción de la producción en más del 50 %.
Desde Cooperativas Agro-Alimentarias, recuerdan que las condiciones meteorológicas este año han sido "muy malas" para el girasol, debido a la falta de agua durante la siembra y las altas temperaturas.
También esperan una tendencia alcista en los precios, ante el aumento de la demanda de aceite mundial, según ha explicado su responsable de cultivos herbáceos, Antonio Catón.
En Andalucía, donde la recolección se encuentra ya prácticamente finalizada, la cosecha ha sido "fatal", en palabras del responsable sectorial de cereal de Asaja, Manolo Vázquez, con una producción que apenas será el 25 % con respecto a la de un año normal, fundamentalmente debido a la sequía.
Según ha explicado, la falta de lluvias ya provocó en el momento de la siembra una reducción de la superficie, que este año en la comunidad fue de 200.000 hectáreas frente a las 355.000 de otras campañas, de las que finalmente solo se obtuvo producción en unas 110.000.
A consecuencia de la menor cosecha, los precios han sido más altos, con 0,54 euros por kilo para el girasol normal (tipo 9244) y de 0,60 para el alto oleico, cuando el año pasado estaban "muy por debajo", ha añadido.
Según las estimaciones de Asaja, para toda España la cosecha podría no llegar a las 500.000 toneladas, frente a las más de un millón de toneladas de otros años.
En el caso de Castilla y León, las primeras impresiones sobre la cosecha de girasol apuntan a que será "muy, muy irregular", según el responsable de herbáceos de COAG, José Roales, también a causa de la falta de precipitaciones.
De hecho, la sequía previsiblemente adelantará en unos 10 días la recolección, cuyo inicio se espera para mediados de septiembre.
"Hay parcelas en las que no ha nacido y de las que se ha dado parte al seguro", ha indicado, mientras en otras zonas hay rendimientos de entre 400 y 500 kilos por hectárea, cifra normal para zonas de secano.
Ha añadido que hasta que no se recolecte no se podrá saber el porcentaje de cultivo afectado por la sequía, así como la evolución de los precios.
Desde UPA, su secretario de agricultura, Ignacio Senovilla, ha coincidido en que el nacimiento del cultivo ha sido "muy malo" por la falta de lluvias, que podría reducir entre un 30 y un 40 % la producción en las principales comunidades productoras, Castilla y León y Castilla-La Mancha, con el 80 % del total nacional.
Aunque el sector coincide en que todavía es pronto para hablar de precios, no se descarta que la tendencia al alza de los cereales repercuta también en este cultivo.
Según ha apuntado Senovilla, la pipa de girasol -una vez exprimida- puede emplearse como sustituto de la soja para aportar proteínas en la alimentación animal, "aunque de peor calidad".
Los elevados precios actuales de la soja, en máximos históricos, podrían llevar a que aumentase la demanda de girasol y, con ella, los precios, ha indicado.
Desde Cooperativas Agro-Alimentarias, recuerdan que las condiciones meteorológicas este año han sido "muy malas" para el girasol, debido a la falta de agua durante la siembra y las altas temperaturas.
También esperan una tendencia alcista en los precios, ante el aumento de la demanda de aceite mundial, según ha explicado su responsable de cultivos herbáceos, Antonio Catón.
En Andalucía, donde la recolección se encuentra ya prácticamente finalizada, la cosecha ha sido "fatal", en palabras del responsable sectorial de cereal de Asaja, Manolo Vázquez, con una producción que apenas será el 25 % con respecto a la de un año normal, fundamentalmente debido a la sequía.
Según ha explicado, la falta de lluvias ya provocó en el momento de la siembra una reducción de la superficie, que este año en la comunidad fue de 200.000 hectáreas frente a las 355.000 de otras campañas, de las que finalmente solo se obtuvo producción en unas 110.000.
A consecuencia de la menor cosecha, los precios han sido más altos, con 0,54 euros por kilo para el girasol normal (tipo 9244) y de 0,60 para el alto oleico, cuando el año pasado estaban "muy por debajo", ha añadido.
Según las estimaciones de Asaja, para toda España la cosecha podría no llegar a las 500.000 toneladas, frente a las más de un millón de toneladas de otros años.
En el caso de Castilla y León, las primeras impresiones sobre la cosecha de girasol apuntan a que será "muy, muy irregular", según el responsable de herbáceos de COAG, José Roales, también a causa de la falta de precipitaciones.
De hecho, la sequía previsiblemente adelantará en unos 10 días la recolección, cuyo inicio se espera para mediados de septiembre.
"Hay parcelas en las que no ha nacido y de las que se ha dado parte al seguro", ha indicado, mientras en otras zonas hay rendimientos de entre 400 y 500 kilos por hectárea, cifra normal para zonas de secano.
Ha añadido que hasta que no se recolecte no se podrá saber el porcentaje de cultivo afectado por la sequía, así como la evolución de los precios.
Desde UPA, su secretario de agricultura, Ignacio Senovilla, ha coincidido en que el nacimiento del cultivo ha sido "muy malo" por la falta de lluvias, que podría reducir entre un 30 y un 40 % la producción en las principales comunidades productoras, Castilla y León y Castilla-La Mancha, con el 80 % del total nacional.
Aunque el sector coincide en que todavía es pronto para hablar de precios, no se descarta que la tendencia al alza de los cereales repercuta también en este cultivo.
Según ha apuntado Senovilla, la pipa de girasol -una vez exprimida- puede emplearse como sustituto de la soja para aportar proteínas en la alimentación animal, "aunque de peor calidad".
Los elevados precios actuales de la soja, en máximos históricos, podrían llevar a que aumentase la demanda de girasol y, con ella, los precios, ha indicado.
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