Juzgan a un individuo acusado de agredir y maltratar a sus hijos menores

 
(EFE).- La Audiencia de Toledo juzgará el próximo martes, día 5, a un individuo por agredir, maltratar y vejar a sus dos hijos menores de forma continua y que fueron víctimas del "clima de terror" creado por el uso de la fuerza de su padre, para quien la fiscalía pide nueve años de prisión. Según el escrito de acusación de la fiscalía, los hechos arrancan de 2006 poco después de que el acusado, M.P.R., se trajera a sus hijos a España desde su país de origen para vivir con él en Talavera de la Reina (Toledo) cuando los menores tenían nueve y once años de edad. La fiscalía relata en su escrito de acusación varios episodios de malos tratos y agresiones a los hijos ocurridos en los meses de abril y mayo de 2011. Así, y según el ministerio público, en una ocasión el encausado golpeó con una azada en la cabeza a uno de sus hijos, que le produjo una herida de cinco centímetros con un "perjuicio estético severo apreciable". Además, les obligaba a levantarse a las cinco de la mañana para que hicieran las tareas domésticas antes de ir a las clases al instituto. Asimismo, los menores tenían que trabajar en el huerto que cultivaba el padre desde las siete de la mañana hasta las seis de la tarde. También les propinaba patadas y les golpeaba con un cable eléctrico, con la hebilla del cinturón El acusado, según la fiscalía, sometió a sus hijos de manera continúa a un trato presidido por el uso de la fuerza, creando un "clima de terror y tensión en sus hijos, que fueron las víctimas inocentes que sufrieron en su propio cuerpo las consecuencias de sus reacciones físicas furibundas y carentes del más mínimo sentimiento de paternidad", se dice

en el escrito de acusación. La fiscalía solicita para el acusado, M.P.R., casi nueve años de prisión por los delitos de lesiones, vejaciones continuas y otro delito contra la integridad moral de los menores. También pide que se le inhabilite para ejercer la patria potestad durante cinco años, prohibición de tenencia de armas y mantenerse alejado de sus hijos al menos a 500 metros de distancia.