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lunes, 26 de marzo de 2012

Cospedal coloca a un hombre de su confianza al frente del almacén nuclear


El Pais
Francisco Gil-Ortega Rincón, exalcalde de Ciudad Real, exsenador y en la actualidad vicepresidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, es el elegido para presidir la Empresa Nacional de Residuos (Enresa) en sustitución de José Alejandro Pina. Gil-Ortega, hombre de confianza de la presidenta de esa comunidad y número dos del PP, Dolores de Cospedal, será quien dirija la construcción y supervisión del cementerio nuclear (Almacén Temporal Centralizado, ATC) de Villar de Cañas (Cuenca). Pese a que la designación corresponde al Ministerio de Industria, Cospedal ha logrado situar a un cargo del PP de su comunidad que, además, no tiene experiencia en el sector.
Esta elección coincide con los movimientos que se están produciendo en el entorno de las empresas públicas para controlarlas por parte de gente cercana al Gobierno del PP y en el que la presidenta de Castilla-La Mancha también quiere jugar su papel. Y en este caso con más empeño dado que Enresa tendrá su principal actividad dentro de esa comunidad.
En primer lugar, debe incorporarse a ese organismo como consejero para poder ser nombrado presidente. Para ello es necesario convocar una junta general de accionistas, lo que no genera muchas dificultades. Los propietarios de Enresa son el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), dependiente de Economía, que tiene el 80%; y la SEPI, dependiente de Hacienda, que posee el restante 20%.
No obstante, es el Ministerio de Industria, que dirige José Manuel Soria, el que tiene la tutela de la entidad y la potestad para proponer al presidente. Además, tiene derecho a cuatro de los 12 puestos en el consejo. Ciemat cuenta con seis y la SEPI, dos.
Desde la SEPI se movió el nombre de Paloma Sendín, conocida en el sector, ya que fue directora general de Minas con el PP y consejera del Consejo de Seguridad Nuclear. Finalmente, Sendín fue propuesta el viernes como consejera de Red Eléctrica tras la renuncia del marido de Cospedal y del hermano de Álvaro Nadal. Pero está claro que ha podido más el peso de la secretaria general del PP. Gil-Ortega dirigió el Ayuntamiento de Ciudad Real desde 1995 hasta 2007. En sus últimas elecciones estuvo a punto de perder un bastión histórico del PP.
El potencial del ATC hace que el puesto haya estado muy pretendido dentro de las filas del PP. A la batalla política se une la pugna económica. El ATC va a mover, en los cinco años que tardará en ponerse en marcha, un presupuesto de unos 1.000 millones y crear 180 empleos directos y 500 durante la construcción.
Mientras, España debe seguir pagando a la empresa pública francesa Areva unos 65.000 euros diarios por almacenar los residuos nucleares de Vandellòs I. La cuenta corre desde el 1 de enero de 2011 por un periodo de cinco años. La mayor parte de la cantidad será devuelta cuando los residuos regresen a España. Ya ha pagado 29,2 millones, y, teniendo en cuenta que no estará listo hasta 2017, el pago será mayor del previsto como consecuencia de la tardanza del anterior Gobierno en tomar una decisión. Dejó la patata caliente al actual, que optó, contra pronóstico, por Villar de Cañas, en Cuenca. En la valoración de Industria tenían más puntos Zarra (Valencia), Ascó (Tarragona) y Yebra (Guadalajara)

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