La declaración de la Semana Santa como Bien de Interés Turístico Internacional convierte a Cuenca en un valor seguro. Las calles se han plagado de informadores turísticos y los hoteles, que se encuentran al 95% en la capital, superan el 80% en todas las comarcas. Toledo registra un 95% de ocupación rural, con ciudades como Talavera de la Reina, al cien por cien. En Albacete, la capital pierde turistas a favor del resto de la provincia, hacia localidades como Tobarra y Hellín o escenarios naturales como la Sierra del Segura y las Lagunas de Ruidera.
En Ciudad Real, las Tablas de Daimiel se convierten en un reclamo turístico de excepción. Las expectativas han mejorado respecto al año pasado, con el cien por cien de ocupación en los hoteles y cifras muy similares en otros servicios turísticos como las visitas guiadas. En Guadalajara, el turismo rural ha sido clave para elevar los niveles de ocupación en zonas como el Alto Tajo. El buen tiempo ha hecho aumentar las visitas,y las pernoctaciones, con mejoras del 5% respecto al año pasado.
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